A Rosita Fornés:

Un halo de misterio y belleza circunda la vida de esta mujer

en cuya personalidad convergen la vocación por la escena

y el íntimo deseo de ser sólo ella.

Más, al recorrer los espacios de su biografía

emerge la hija amantísima,

la madre generosa y constante,

la dama apasionada

ante quien se rinden todavía los hechizos

y tentaciones del amor.

En cualquier latitud del mundo

donde se exhibió su arte

cautivó con sus cualidades

como actriz -reconocida en el teatro y en el cine-

o con su voz dulce y bien timbrada,

que ocupa un lugar cimero en el elenco

de la lírica hispanoamericana.

Esa brillante carrera siempre ascendente,

iniciada en su adolescencia,

llega a nuestros días con ímpetu idéntico.

Cuando serena toma posesión del escenario,

ya todo le pertenece.

A Rosita no sólo cautiva el interés,

sino también el corazón de los espectadores.

Sólo en ese instante en que estamos ya conquistados por ella,

podemos hablar de belleza.

Eusebio Leal Spengler

Febrero 2005