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MANUEL MEDEL contra ROSITA FORNÉS














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Los Escándalos de los Artistas

 

MANUEL MEDEL contra ROSITA FORNÉS

 

Especial Para BOHEMIA

Por

LUÍS PÉREZ OROZCO

 

"La casa de Palenque era para mi una verdadera cárcel. Todo me lo criticaba. Me hacia la vida imposible", dice Rosita.

 

"Después de su matrimonio con Rosita: a Medel “se le volteo el santo de espaldas”, y rodó de fracaso en fracaso".

 

"Bernabé Jurado, asesino prófugo de la justicia mexicana, fue quien gestionó  la sentencia de divorcio favorable a Rosita".

 

 

 

La encantadora "vedette" Rosita Fornés, cuyo verdadero nombre es el de Rosalía Palet Bonavía; y el cómico mexicano Manuel Medel Ruiz, continúan unidos por el vinculo matrimonial, al quedar anulada la sentencia de divorcio - que dictó en favor de la bella cubanita- el juez mixto de Primera Instancia del Cuarto Distrito Judicial del Estado de Morelos, el 16 de febrero de 1952. Ante esta circunstancia, ni Rosita ni Medel podrán contraer  nupcias, pues, de lo contrario, caerían en la sanción penal corres­pondiente al delito de bigamia, de acuerdo con las leyes de México y de Cuba.

La resolución que  declara nula la sentencia de divorcio, fue dada a conocer hoy (26 de febrero) por el juez segundo de distrito en Mate­ria  Civil, licenciado Luis Rubio Siliceo, ante quien Manuel Medel, por conducto de su abogado Víctor Velazquez, presentó demanda de am­paro el 28 de febrero de 1952, contra la resolución del juez de Yautepec.

Ahora bien, como último recurso, Rosita Fornés, o sus representantes: podrán interponer revisión al fallo del juez federal, ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en última instancia, será la que decida la situación jurídica del ma­trimonio de los conocidos artistas.

En los considerando de su resolución, el juez Rubio Siliceo se re­fiere en términos generales a las violaciones en que incurrió el juez de Yautepec al conceder el divorcio a Rosita, y se basa, al otorgar a Medel la protección de la Justicia Federal,  en jurisprudencias de la Suprema Corte.

 

Actos del Juez de Yautepec. Reclamados por Manuel Medel

 

En su demanda de amparo, Ma­nuel Medel reclamó los siguientes actos del juez de Yautepec; Licen­ciado Manuel Avendaño Chávez:

a) "La admisión de la demanda pre­sentada en mi contra y la tramitación del juicio respectivo con todos los actos del mismo y las resoluciones dictadas en él, particularmente el auto que me tuvo por con­feso y la sentencia que estima pro­bada la acción, me declara culpa­ble, disuelve mi matrimonio, facul­ta a mi esposa para contraer nue­vas nupcias, me priva de la patria potestad, confiere su ejercicio exclusivo a mi esposa, da a ésta la tenencia definitiva de mi hija Rosa María Eugenia y manda remitir copia de la sentencia al jefe del Registro Civil de México, D.F., para que se tome razón de ella al margen del acta de matrimonio._

b) Las actuaciones posteriores a la sentencia y, especialmente, 1a de-claración de haber causado ejecu­toria 1a misma y el auto que manda expedir copia certificada de ella a la actora".

 

Mas. adelante, Manuel Medel estima que los actos que reclama de los C. C. juez mixto de Primera Instancia de Yautepec, Morelos, y jefe del Registro Civil de esta capital; violan en su perjuicio las garantías que le otorgan los artículos 14 y 16 Constitucionales, porque con aquellos se le priva de los de­rechos que le corresponden como esposo de Rosita y de la patria potestad que ejerce la tercera sobre su hija menor, Rosa María Eugenia Medel Palet, en virtud de un juicio en el que no se cumplieron las for­malidades esenciales del procedi­miento y, por tanto, sin que exis­ta el mandamiento fundado y moti­vado, de autoridad competente que  justifique esa privación.

De acuerdo con la jurisprudencia de la Corte a este respecto, el juez Rubio Siliceo considera que los conceptos de violación son fundados, y a continuación señala la ci­tada jurisprudencia, que ha esta­blecido que si se prueba que el do­micilio del demandado está fuera de la jurisdicción del juez que co­noce del juicio de divorcio y la notificación y emplazamiento para comparecer a ese procedimiento se le ha pretendido hacer mediante la publicación de edito respectivo, de­be concluirse que por no habersele hecho notificación personal, fue ilegalmente citado para comparecer al juicio y, por consiguiente, no pudo ser oído ni vencido en el mis­mo, violándose con tal motivo las garantías del Articulo 14 Constitu­cional, siendo procedente concedérsele el amparo de la Justicia Fede­ral; y que la expresión empleada por el Articulo 14 de la Ley de Di­vorcio del Estado de Morelos, en el sentido de que en ignorancia del domicilio del demandado se procederá en la forma establecida en di­cho articulo, debe interpretarse en el sentido de que esa ignorancia no sea exclusiva y personal del deman­dante, sino que constituya una ig­norancia general que haga im­posible la localización de su contraparte, pues el espíritu de la ley civil es que la primera notificación se haga personalmente al demandado y solo en aquellos casos en que el actor, y en general todas las otras personas con quienes pudiera informarse ignoran dicho do­micilio, la notificación podrá hacerse  por medio de edictos.

 

Violaciones Fundadas

 

Dice el juez Rubio Siliceo que, como el presente caso se encuentra exactamente en la jurisprudencia antes citada, puesto que consta probado en autos, por la misma manifestación de la tercera perjudicada, contenida en el escrito que a su nombre formularon sus apoderados Bernabé Jurado y Ramón Solís Diosdado con fecha 17 de febrero de 1952, que su domicilio y el de Medel (el domicilio conyugal) se encontró siempre ubicado en esta capital en la casa número 68 de las calles de Palenque, Colonia Narvar­te, y que por, tanto no le era desconocido el domicilio del quejoso, tie­ne que conc1uirse que el emplazamiento que se hizo a Medel, por medio de cédula en los estrados del Juzgado de Yautepec, Morelos, para comparecer al juicio de que emanan 1os actos rec1amados, fue ilegal y, por tanto, viola en su perjuicio las garantías que le otorga el articulo 14 Constitucional, por 1o que debe concedérsele la protección de la Justicia Federal.

Hasta aquí damos a conocer a los lectores de BOHEMIA el estado le­gal de este juicio de garantías, y ahora pasaremos a hacer una bre­ve historia de los hechos que mo­tivaron a Rosita a presentar la de­manda de divorcio.

 

El Matrimonio Medel-Fornés

 

El 20 de diciembre del año de 1948, Rosita y Medel contrajeron matrimonio civil, El magistral in­terprete de "Pito Pérez", personaje central de la extraordinaria novela de don José Rubén Romero, tan conocido en Cuba donde fue Emba­jador, declaró tener 35 años de edad, en tanto que la hermosa "vedette" afirmó tener 26.

El día 10 de marzo de 1949 nació, como producto del matrimo­nio; una niñita a la que le fue pues­to el nombre de Rosa María Eugenia. (Dentro de unos días la niña tendrá, pues, cinco años de edad).

El dos de enero de 1952, Rosita Fornés se dirigió al Estado de Mo­relos y en Yautepec, población que esta a poco menos de 100 kilómetros de la capital de México, pre­sentó, acompañada de su abogado Bernabé Jurado, demanda de di­vorcio "a consecuencia de desave­nencias entre su esposo y ella, que se han prolongado por más de  un año".

El 16 de febrero de 1952, el juez mixto de Yautepec, -Manuel Avendaño Chávez, dictó sentencia favo­rable a Rosita, a quien otorgó la patria potestad de la niña y la autorizó a contraer nuevas nupcias. Durante los siguientes días y sin que Medel tuviera conocimiento del juicio, Rosita obtuvo legalmente un pasaporte en la Secretaria de Relaciones Exteriores, y el Cónsul de Cuba en México, Justo García Vélez, autorizó la visa correspon­diente.

 

Huida Cinematográfica a La Habana

 

Mientras Rosita hacia sigilosa­mente sus arreglos para el viaje, continuaba viviendo con Medel en  su casa de Palenque 68, pero el día 23 de febrero abandonó el hogar conyugal y, acompañada de su hi­jita, abordó un avión de la Compañía Mexicana de Aviación, trasladándose ambas a La Habana. Hasta por la tarde de ese día Medel y su familia, por conducto de una prima de Rosita, supieron que esta y su hija habían partido para su país, a refugiarse en la casa de sus padres, en el reparto Ampliación Almendares, (donde el autor de este repor­taje tuvo oportunidad de entrevistarla precisamente una semana después, o sea e 1ero de marzo de 1952).

El 25 de febrero de ese año, en­contramos a Medel "hecho un mar de lagrimas" en el despacho del li­cenciado Víctor Velázquez, de las calles de Sena numero 65, preparan­do la demanda de amparo contra la sentencia de divorcio.

 

Lo Que Nos Declaró Medel

 

Profundamente abatido, repeti­mos, vimos a Medel en aquella oca­sión y nos declaró que había lle­vado con su esposa una vida tran­quila y que procuraba rodearla de mimos y comodidades. Entre ellos no se presentaban sino las dificulta­des naturales que pueden suscitarse en cualquier matrimonio.

Pero a partir de este año (1952) en que la niña estaba ya en edad de prepararse para ingresar al co­legio -nos dijo- principiaron entre nosotros mayores problemas en vir­tud de que Rosita se empeñaba en que la pequeña fuera educada en La Habana, pues el "ambiente" y los sistemas mexicanos no le gus­taban. Naturalmente, por vivir nos­otros aquí, siempre me oponía a que nuestra hijita saliera de México.

Agregó que los padres de Rosi­ta adoraban a la niña, pero como la altura de la ciudad de México no les permitía venir a visitarla con frecuencia por padecer del corazón, suponía que a instancia de ellos había sido abandonado y despojado de su hija.

 

Celos Profesionales

 

Si la memoria no nos es infiel, re­cordamos que en la entrevista que tuvimos con Rosita Fornés en La Habana, el primero de marzo de 1952, la encantadora cubanita nos dijo que todo lo que había dicho Medel en México era falso cien por ciento, puesto que la verdad del origen de la separación fue que le hacia la vida imposible, mas que por otra cosa, por celos profesionales, pues mientras Rosita triunfaba rotundamente en el Lírico y en otros coliseos, Medel apenas conseguía alguno que otro contrato de escasa categoría.

Amo a México y a su público con todo mi corazón, nos dijo Rosita. Reconozco que a ese público me debo y seria demasiado ingrata si hablara mal de su país.

También Rosita se refirió a que Medel apenas si la dejaba salir de su casa en Palenque, y según dijo, su hogar no era otra cosa que una verdadera cárcel.

Todo lo que hacia me lo reprochaba; me criticaba a cada momento y hasta hacia mofa de mi modo de hablar (tan simpático que es para nosotros los mexicanos como hablan los cubanos).

El padre adoptivo de Rosita, el señor Fornés, terció en la conversación y dijo que "nadie de nos­otros puede hablar mal de México, porque yo viví allá e inclusive serví en las filas revolucionarias". Y también en términos cariñosos ha­cia México se expresó la simpática madre de la "vedette".

 

No se Creía Consolidado el Matrimonio

 

Pero volviendo al tema central de este reportaje exclusivo para la mejor revista escrita en español, di­remos  que la noticia del inesperado viaje de Rosita a Cuba causó gran revuelo en la capital de 1a Repú­blica, especialmente en los círculos artísticos, donde ambos eran con­siderados como la pareja ideal, es decir, como un matrimonio feliz.

Sin embargo, si mal no recorda­mos, meses antes del vuelo de Ro­sita a La Habana, se habló de una separación, pero ambos fueron muy discretos en los comentarios del asunto, y cuando se refería el uno al otro, siempre lo hacían con pa­labras naturales de una pareja bien avenida.

Se creyó entonces que se trataba de opiniones interesadas o, quizá hasta de un truco publicitario a fin de mantener latente el interés del público sobre ellos.

Al fin desaparecieron los rumores referentes a la "inminente separación" y Rosita y Medel hicieron un viaje a Guadalajara, para trabajar en un teatro. A su regreso de ésta ciudad, se dijo que juntos harían una temporada de zarzuela en el teatro "Ideal" e inclusive se pre­paró la publicidad periodística y mural. Esto fue en diciembre de 1951.

 

El "Romance" de Rosita y Medel

 

El "romance" de la mimada "vedette" y del genial cómico nació en 1947, durante una magnifica temporada que tuvieron ambos en el teatro "Tivoli", en la que uno y otro aparecían como cabezas de elenco.

Era director de la compañía el creador de "Pito Pérez", quien a fuerza de su constancia, buen com­portamiento y simpatía, logró que Rosita le correspondiera. Tanto en el teatro como en los centros de diversión, es decir, por todos lados, se les veía juntos. Un año más tar­de se anunció su compromiso y po­co después se efectuó el matrimo­nio.

 En aquel entonces Medel disfru­taba de una de las mejores rachas artísticas de su vida, y actuaba tanto en el cine como en el teatro y en las estaciones radiodifusoras de la capital.

Por un tiempo Rosita abandonó su arte y de lleno se entregó a su esposo, procurando hacerlo feliz en todos conceptos y le dió una hija, que por cierto es tan simpática co­mo su madre.

El público pidió nuevamente a su artista favorita, y Rosita volvió a trabajar. Sin embargo, las tablas no le evitaban que cumpliera como esposa y como madre. Es de acreditársele a la "vedette" que desde su matrimonio con Medel siempre se mantuvo en plan de gran dama, y no dió lugar a que con su nombre se tejieran chismes y murmuracio­nes, tan comunes en los medios artísticos de todo el mundo.

Después se acabó aquella buena racha de Medel y Rosita se vió pre­cisada a trabajar sola en diversos teatros. Su nombre llenaba solo los lunetarios, y siempre supo corres­ponder, con su arte y simpatía, a las exigencias del público que no­che a noche la iba a admirar, ya en el "Colón" o en el "Lírico".

Hubo un tiempo en que mientras Rosita triunfaba delirantemente en México, su esposo, quizás ya con el espíritu corroído por los celos artísticos -como dijera después Ro­sita- salió en jira a los Estados de la república, volviendo a México cargado de fracasos.

Rosita, sin embargo, para evitarle el mal humor a Manuel, lo acom­pañó a una jira por diversas enti­dades del país, haciendo un género fuera del momento teatral: opere­ta y zarzuela. Desgraciadamente en esta ocasión no tuvieron el éxito anhelado y ambos retornaron al hogar para pasar la Navidad con su hijita y la madre de Medel, señora Concepción Ruiz viuda de Me­del.

Los dos meses siguientes fueron los que empleó la Fornés para arre­glar, en combinación con Bernabé Jurado, el divorcio tema de este re­portaje.

 

Otro Juicio de Divorcio de Rosita Fornés

 

Pese a que Rosita ya se encontraba en La Habana y que el juez de Yautepec le había concedido el divorcio, su abogado patrono, Bernabé Jurado, el mes de abril de 1952 presentó, ante el juez décimo primero de 1o Civil, de 1a capital mexicana, una nueva demanda, alegando el mismo motivo de des­avenencias conyugales "que se han prolongado por más de un año".

Este juicio sigue en pie, pues no se han hecho nuevas promociones por Bernabé Jurado, en virtud de que éste, a principios del año pa­sado, dió muerte a un estudiante de un balazo.

Y ahora que hablamos de Bernabé Jurado, a raíz de la huida de Rosita, se insistió en México que él la pretendía y que se había valido de todos los medios posibles para divorciarla de Medel con el propósito de contraer después nupcias con la bellisima "vedette" antilla­na.

Jurado, el asesino prófugo de la justicia mexicana, en opinión de la mayoría de las personas allegadas a la familia Medel, fué quien pla­neó la forma ilícita de conseguir una sentencia de divorcio favora­ble a Rosita, y hoy, según se sabe, tranquilamente se pasea en Nueva York, disfrutando los dineros que le pagó la actriz por el arreglo de es­te negocio que a la postre le resul­tó un fraude, puesto que continua casada con Medel, quiéralo o no.

 

Medel. Está Fuera de México

 

Al conocer la notificación del Juez Rubio Siliceo nos encamina­mos a la casa de Medel, en las ca­lles de Palenque número 68, colo­nia Narvarte, y su madre, la seño­ra Conchita Ruiz viuda de Medel, cordialmente nos invita a pasar a la sala para explicarnos que su hi­jo, desde hace un mes, salió a Mérida, Yucatán, y desde entonces, no sabe de él, pues no le ha escrito.  

Después le preguntamos cuál era su opinión respecto a la determinación del Juez Federal, y explicó que hasta las 10 de la mañana no se había enterado de nada. Al infor­marle que el Juez había amparado a su hijo contra la sentencia de di­vorcio, explicó la señora que la jus­ticia había dado la razón a quien la merecía.

Posteriormente salió a colación su nieta Rosita. Al hablar de ella no pudo contener las lágrimas y di­jo: "he sufrido tanto desde que nos abandonaron que sólo tengo vida porque Dios es muy grande". Se refirió también la señora al dolor que le causó a su hijo la separación y que "en esta casa, donde la esposa de Manuel era una reina, parece ahora un cementerio".

Se excusó la señora, con toda cortesía, de no opinar más del asunto y cariñosa se despidió del periodis­ta al saber que había posado para BOHEMIA y que en esa forma, sin duda alguna, su nietecita adorada la vería.

Ya en el pórtico de la casa; doña Conchita mostró a este reportero la última fotografía de la pequeña que le enviaron sus consuegros, esto es, los padres de Rosita Fornés, con motivo al año nuevo.

 

 

 

Tomado de la

Revista BOHEMIA, La Habana, CUBA

Marzo 14 de 1954

Año 46 No. 11

(Páginas: 10, 11, 12. 117,118 y 119)