ROSITA FORNÉS WEB PAGE RETRATO EN VIVO |
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“RETRATO EN VIVO”; espectáculo concebido por Roberto Morales -quien fungió
además como entrevistador y bailarín- se inspiró en un popular espacio televisivo de la televisión española, donde se conjugaban
actuaciones musicales y entrevistas a la figura central; se presentó en el Teatro Mella durante todos los fines de semana
de septiembre de 1982. Contó con guión del escritor Enrique Núñez Rodríguez y como invitados, la pareja de bailes de Rebeca
y Miguel Ángel; en el inicio de sus carreras.
Ver, oír y escribir Una gran Rosita Fue mucho la Rosita que se nos mostró pletórica en sí misma hace unas noches sobre
las tablas del congestionado teatro Mella. Hacía rato, quizá años, nuestra primera "vedette" no se sentía tan plena y absoluta
como acaba de ocurrir en Retrato en Vivo, el peculiar recital con emotivos aportes que en cierto sentido nos hizo olvidar
el esquema del espacio de la Radio-Televisión Española. Con sólo cinco figuras sobre la escena: Rosita, la pareja de Rebeca y Miguel Ángel,
Roberto Morales y el maestro Eddy Gaitán al teclado, Morales volvió a demostrar su conocido talento e ingenio para hilvanar
otro RM de singular valor, mediante un guión que permitió conocer facetas —la mayoría inéditas de la Fornés— donde
lo anecdótico y lo humano se dieron de la mano durante las dos horas en que transcurrió el espectáculo, ausente de baches
o de momentos forzados. Lo primero que agradó al espectador fue la escenografía. A la izquierda, el gran piano
de cola y sobre éste la pequeña lámpara de estilo. Al centro y desplazándose per el escenario franjas plateadas, y otros elementos
decorativos elaborados con desechos de las tapas de envases de productos lácteos. Ingeniosa inventiva cuyo resultado final
es el buen gusto. Morales en función de animador-entrevistador rompía el "hielo" al afirmar: "Rosita
no se conformó con ser un objeto de adorno". Una fuerte ovación reafirmó lo dicho, y la Fornés con su ramillete de mariposas
en la diestra deleitó con Ausencia. El guión de Enrique Núñez Rodríguez, capaz de cumplir su cometido, tanto para el teatro
como para la televisión, originó un espontáneo murmullo cuando se invitó a la popular cantante a desnudarse espiritualmente
ante sus admiradores. Ella se refirió a que si bien es cierto que siempre se ha preocupado en extremo de su aspecto físico,
ha sido su empeño y disciplina artística lo que ha constituido motivo fundamental de su vida. Oportuna cita a que el verdadero triunfo es mantenerse en la aceptación popular. Llegar
a imponerse, a veces no es fácil, pero perdurar mucho más difícil... Los recuerdos de Monte y Prado, la antigua CMO, el programa "La corte suprema del arte”,
sus pininos en la radio y cómo el maestro Gonzalo Roig y el desaparecido actor Antonio Palacios, abrieron su senda definitiva
en el mundo de las candilejas, fueron bellos recuerdos que conocieron los asistentes. Luego Rosita, toda una señora de la
escena, interpretó salida de Cecilia Valdés, lo que también permitió apreciar sus singulares dotes histriónicas, su gracia
y belleza de mujer. Minutos después batieron los aires ibéricos, La Fornés cantó, y Rebeca, a quien le
corre por las arterias sangre de bailarina peninsular, evolucionó y taconeó como lo que casi ya es: una consagrada. De no haber sido Rosita Fornés en el orden artístico, la invitada de Retrato en vivo
hubiese anhelado contar con el derroche de una Rita Montaner, con la genialidad danzaria de Alicia Alonso, con la lírica de
Nicolás Guillén o con las facultades e inspiración únicas de Benny Moré, según afirmó. Rosita se nos presentó como declamadora, la elección fue acertada: Amores y amoríos,
de los hermanos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero: ...Rosa, quién te llevó de la rama que ya no estás en tu rosal... Retrato en Vivo, sólo transitó por un momento infeliz. Las voces de la Fornés y de
Roberto Morales —con estilos y tonalidades diferentes— no lograron empastarse en el mosaico de canciones del mexicano
Armando Manzanero. Como solista Rosita estuvo muy bien en Yo sé que te amo, número que paseó por la popularidad Angélica María,
a finales de la década del 60. Una de las más acertadas realizaciones de la noche corrió a cargo de Rosa y del propio
Roberto en la parodia Mi hombre donde la música y la expresión danzaria lograron con creces su cometido. Una grata pincelada -a cargo de Rebeca y Miguel Ángel, ofició como un soplo de agradable
brisa para atenuar la gran tensión del final del espectáculo. Se había tratado todo o casi todo, pero el recuerdo de alguien
estaba presente en la mente de muchos. No hacía falta decir su nombre. Rosita se encargó de evocarlo: En la vida hay amores que no pueden olvidarse, imborrables momentos que siempre guarda el corazón... Entonces irrumpió el maestro Eddy Gaitán en el teclado, improvisó un vigoroso puente
y le dio entrada a La Fornés en los acordes finales de El hombre que yo amé, la inmortal página de George Gershwin. El público ovacionó a su artista durante largos minutos. Había disfrutado de un inolvidable
epilogo de un Retrato en Vivo con mayúsculas. FERNANDO CARRION Fotos de LOPEZ CARLON Revista Bohemia Sept. 1982 En una crítica al espectáculo, la periodista Neysa Ramón escribía: Varias conclusiones se desprenden tras asistir a una de las funciones de "Retrato en
vivo" de Rosita Fornés. Entre ellas, la de mayor peso, comprobar una vez más la particular preferencia que goza en el
favor del público, y mas allá también, en el amor, la vedette Rosita Fornés. Muy grande y de inmenso valor para ella debe ser contemplar de que modo le responden
sus admiradores, como la siguen a cualquier plaza donde su presencia se anuncie; saber que las entradas se agotan por anticipado;
ser esperada a la llegada y salida del teatro; y sobre todo, vislumbrar ese paisaje único y tan deseado para un artista: una
sala repleta donde las manos se agitan solo de verla aparecer. A todo eso y mucho más Rosita Fornés se ha hecho acreedora durante su larga trayectoria
en el arte. Y a semejante muestra de su pueblo, ella ha correspondido siempre con una disciplina profesional que va desde
mantener en forma sus dotes físicas y artísticas, hasta ser la primera en aprender un libreto y la mas puntual a la hora del
ensayo. Opiniones que hemos recogido entre muchos de quienes han trabajado a su lado. … Rosita se presentó serena, elegante, sobria, sencillamente peinada y vestida,
distinguida diríamos, y así la preferimos siempre. Sobre todo al entrar y despedirse, apenas la sugerencia de un gesto, la
inclinación de la mirada, bastaron para caracterizarla. ... Por su parte, La Fornés continuara atrayendo siempre grandes masas de espectadores,
fieles a su arte y a su reciprocidad con ellos. |
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