El show de La Fornés comenzó a presentarse en la pista del Cabaret del Hotel Capri en marzo de 1964.

Se escenificaba todos los lunes bajo la dirección de Joaquín Riviera, coreografías de Tomas Morales, libretos de Enrique Núñez Rodríguez y dirección orquestal de Rafael Ortega.
En su elenco artístico contaba con la participación de Armando Bianchi,
el cuarteto Los Modernistas, Coqui García, Aleida Santiago, Armando Navarro, Mabel Sánchez, Eddy Gaytán, Freddy y su Marioneta, así como también de tres parejas de baile y cuatro modelos.
A continuación algunas de las críticas aparecidas en la prensa:

Rosita Fornés es aquí un conclave de ritmos espléndidos, un arca sonora de melodías y una lección magnifica de vedettismo. Su acto de variedad
tiene un encanto diáfano, fluidico. Y es un recuento de arte, de belleza y de imágenes, desde que ella canta la difícil balada griega, dicha en francés "Esta noche en el Luna Park", pasando por la simpática escenificación de "La gata caliente en el tejado de zinc" y el charlestón "Ketty", hasta el sketch cómico y el twist, bailado y cantado ...

... Ver el "Show de Rosita Fornés" en el Capri es buscar paisajes conocidos
con ojos nuevos. Su arte jerárquico es como uno de esos vinos macerado por las rudas sandalias de todas las legiones romanas. Y tiene una vitalidad y una madurez que la convierten en una llama que no dimite, lo mismo cuando explora melódicamente en la suavidad de lo romántico, en las ternuras o como cuando actúa con gracia en el sketch de Núñez Rodríguez ...

... El espectáculo del Capri fue, como la primera noche, un show de engranaje perfecto, en el que Rosita va de un género a otro con la facilidad de quien ve caer la lluvia: allí, ella pasó de la canción intima al twist, de la guajira evocadora de Saborit al charlestón de los ruidosos años veinte, de la canción puramente sexy a la letra mas profunda: siendo siempre Rosita, con su sello de vedette completa, fue muchas mujeres a la vez: esa es la razón de que para su espectáculo de los lunes en el "Capri" no haya jamás un asiento vacío, y ese es su poder ...