![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
![]() |
![]() |
![]() ROSITA FORNÉS WEB PAGE CON 2 QUE SE QUIERAN |
![]() |
||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|||||
![]() |
Inicio | Biografía | Cronología | Fotografías | Filmografía | Teatro | Lírico | Discografía | Televisión | Radio | Videos | Cabarets | Flipbooks | Entrevistas y Reseñas | Entre Famosos | En Familia | Agradecimientos | Testimonios | Libros | Cancionero | La Gente Habla | Casa Fornés | Ventas y Sitios de Interés | Libro de Visitantes
|
![]() |
|||
![]() |
![]() |
||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
![]() |
||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
El martes, 6 de abril de 2010 en el horario estelar de las 8:30 pm., se produce el estreno por el canal
Cubavisión del nuevo programa de entrevistas “Con 2 que se quieran”, conducido por el cantautor Amaury Pérez Vidal.
Para esta primera emisión del espacio fue escogida como invitada a Rosita Fornés. A continuación presentamos video y trascripción integra de la entrevista tomada del sitio Cubadebate.
Rosita
Fornés: “He vivido en todas partes, pero soy artista cubana” Autor: Amaury Pérez | Fuente: Cubadebate Amaury Pérez. Muy buenas noches. Estamos en “Con 2 que se quieran”, aquí, en el corazón
de Centro Habana, en Prado y Trocadero, el barrio de Lezama Lima. En los legendarios estudios de Sonido del ICAIC. Hoy está
con nosotros una persona que ha sido como una madre para mí, una de las más grandes actrices; presentadora, locutora, cantante,
lo que se llama en realidad, una vedette. La más grande que hemos tenido por no decir la única, mi querida, adorada Rosita
Fornés. Rosita
Fornés. ¡Ay,
qué lindo eres! Por poco me haces llorar. Amaury
Pérez. Yo
te quiero tanto. Yo debía tratar a Rosa, por respeto, de usted, pero es que conozco a Rosa desde que nací. Rosita
Fornés. Así
mismo. Amaury
Pérez. Entonces
me voy a permitir tratarte de tú, Rosita. Rosita
Fornés. Claro
que sí. Amaury
Pérez. Va
a sonar muy raro, yo sé que va a sonar raro. Rosita
Fornés. De
usted nada, de tú. Amaury
Pérez. Hay
pocos que saben, Rosa, que tú naciste en Nueva York. Tú eres norteamericana de nacimiento. Rosita
Fornés. Pues
sí, soy norteamericana. Fue por una etapa corta que mis padres estuvieron de visita, mamá se fue ya embarazada y nací allá.
Estuve allí hasta que tenía tres años más o menos. Amaury
Pérez. Hace
un rato me hablaste incluso del hospital. Rosita
Fornés. Bueno,
sí, porque además mamá me lo decía, no es porque yo me acordara, imagínate tú, cómo voy a saber. Presumo de tener bastante
buena memoria, pero a ese extremo no. Al
cabo de los años, cuando fui a Nueva York a trabajar ya de artista, quise ver donde estaba el hospital donde había nacido
que me decía mamá, y era un hospital que se llamaba el Woman´s Hospital. Porque mis padres no vivían en Manhattan Island,
sino en, este ¿cómo se llama? Amaury Pérez. En New Jersey. Rosita
Fornés. En
New Jersey y entonces, bueno, pues yo nací allí, en ese tiempo estuvo mi padre tratando de ver si encontraba algún trabajo
bueno, que parece que no lo encontró porque regresamos teniendo yo dos o tres años. Amaury
Pérez. ¿Tus
padres eran españoles? Rosita
Fornés. Mi
padre era catalán y mi madre madrileña. Mi madre se divorcia de él, y luego él fallece allá, según tengo entendido. Mi madre
se vuelve a casar con Fornés cuando yo tenía ya 4 ó 5 años. Y me crié al lado de él, y por eso tengo el apellido de Fornés,
pero el mío es catalán: Palet. Amaury
Pérez. Bonavía. Rosita
Fornés. Bonavía
es el de mi madre, sí. Amaury
Pérez. ¿Se
van de Nueva York para España? Rosita
Fornés. No,
vienen primero para acá, para Cuba, porque ya mi abuela vivía aquí con mis tíos y mi otra tía. Amaury
Pérez. Pero.
¿Te inscriben entonces aquí como cubana también? Rosita
Fornés. Al
cabo de los años me hice ciudadana cubana porque vivía aquí. Tengo pasaporte cubano y también americano. Amaury
Pérez. ¿Cuándo
se van a España? Porque estuvieron un tiempo en España. Rosita
Fornés. Yo
voy a España teniendo 10 años y regreso con 13. Amaury
Pérez. ¿Y
cómo era aquella niña? Aquella niña tan jovencita, Rosita, adolescente. ¿Cómo eran sus juegos? ¿Cómo era su vida? Rosita
Fornés. Yo
no tenía amiguitas ni eso, yo jugaba sola en la casa. Cuando era chiquita me hacían regalos, mi tío, el esposo de una tía
mía, de una hermana de mi madre. Me traían regalos bonitos como casitas de juegos, de esas de juguete, con unos muñequitos.
Pasaba mucho tiempo en la casa. Fui
a distintos colegios, más pequeña fui a escuelas privadas que existían en esa época. En España también seguí estudiando en
una escuelita que había cerca de mi casa, porque veían la facilidad de estar cerca. En mi casa mi padre y mi madre no tenían
carro para moverse. Fue una familia que tuvo que luchar mucho para salir adelante. Amaury
Pérez. ¿Y
para pagar los estudios? Rosita
Fornés. ¡Imagínate
tú!, tuvieron que pagarme los estudios hasta que empecé a trabajar. En mi casa lo que querían era que yo fuera una buena secretaria,
que estudiara mecanografía o taquigrafía. Y que también supiera hablar un poco de inglés. Como
me trajeron de Estados Unidos muy chiquita, el inglés para mí no existía. Lo que hablaba era en español. Y el español lo hablaba
con distintos dejes, porque mi abuela hablaba con la “c” y la “z”; y entonces mi madre
hablaba de otra forma, era una mezcla. Oía
hablar “en cubano” a los compañeros del colegio aquí y entonces adquirí un deje que llamaba la atención. Y sigue
llamando la atención a estas alturas, me hace mucha gracia, me dicen: “Rosita ¿y usted es cubana?” Yo hablo como
hablo. Amaury
Pérez. Yo
hablo como hablo… Rosita y tú tienes que haber nacido como una niña bella, tienes que haber sido una adolescente
bella, de infarto, como se dice ahora. Rosita
Fornés. Bueno… Amaury
Pérez. ¿Cuándo
es que tú te diste cuenta que eras muy bonita y los muchachos de la escuela empezaron a fijarse en ti? Rosita
Fornés. Te
voy a decir la verdad, yo nunca creí que era bonita. Amaury
Pérez. ¿Cómo? Rosita
Fornés. Es
que en mi casa no me infundieron eso. Y yo veía revistas de gentes, de muchachas lindas y, yo decía: ¡mira que muchacha tan
linda!, pero yo me miraba al espejo y no me gustaba. Yo decía: ¡Ay, mira, yo no tengo la nariz bonita! Porque además,
ya tú sabes que yo quise aprender natación, y por aprender clavado me partí la nariz y me la puse de medio lado y me la tuve
que arreglar, me la tuvieron que arreglar. Me
veía y decía: tengo los ojos claritos, los ojos claritos llaman la atención, pero me gustaría tenerlos más grandes. La boca
la tengo demasiado grande, quisiera tenerla más chiquita, porque antes se usaba la boca más chiquita. Vaya, yo me veía
catorce mil defectos y entonces no me sentía bonita. Pero sí era presumida. Amaury
Pérez. ¿Y
los muchachos? ¿Cuándo te empezaron a enamorar, a qué edad? Rosita
Fornés. Bueno,
yo veía que les llamaba la atención a los muchachos y decía: ¿y esto qué cosa es? Me halagaba el que dijeran: “¡Ah,
que esto que lo otro, qué bonita!” Amaury
Pérez. ¡Y
además el cuerpo de Rosita! Rosita
Fornés. Y
entonces sí, el cuerpecito sí lo empecé a tener bien formadito desde bastante jovencita. Porque yo di un estirón a los trece
años y ya me puse de la estatura que después he tenido a través de mi vida. Pues veía que tenía un cuerpecito y entonces
me gustaba que se me viera la cinturita, porque yo he tenido la cinturita muy chiquita. Amaury
Pérez. Siempre. Rosita
Fornés. La
tuve, ya no. Amaury
Pérez. Ya
te lo comiste todo. Rosita
Fornés. Y
bueno, pues sí, presumía un poco de mi cuerpecito. Y además yo tenía un andar, que me lo dio la naturaleza, no que yo lo estudié,
y entonces me decían que qué bonito yo caminaba. Y yo decía: ¿Ay, sí?, y salía caminando para que me piropearan los muchachos,
porque me gustaba que me dijeran: “adiós, qué sé yo qué…” Porque en la época en que yo era jovencita,
se usaba un poco el piropear. Hoy en día ya no, los hombres ven pasar una mujer linda y lo único que a lo mejor le dicen es
una descortesía. Pero antes sí, decían: “¡Oye, que esto, que lo otro!” Había piropos finos, bonitos. Y bueno,
pues esa fue mi adolescencia. Amaury
Pérez. ¿Y
cuándo te enamoraste por primera vez? El primer novio, si te acuerdas… Rosita
Fornés. No
sé, porque se enamoraron de mí antes, no yo. Me salió un enamorado en Madrid, todavía tenía yo 13 años, eran 13 años, sí.
Y no era feo el muchacho, me agradó que me dijera piropos, pero cuando quiso ser mi novio dije que no. Entonces
regresamos a Cuba y conocí a un muchacho muy bonito, muy guapo, pero es cuando ya yo empiezo a cantar, porque empecé a los
15 años, me presenté en la Corte Suprema del Arte y ya me premiaron esa noche. Nos hacían un contrato a las estrellas nacientes,
que las llamaban y llenaban los programas que tenía la CMQ en aquel entonces. Cinco pesos a la semana, ese era el sueldecito
que teníamos. Pero me dice: mira, yo quisiera que tú fueras mi novia, pero tienes que dejar de cantar. Amaury
Pérez. ¡Mira
tú! Rosita
Fornés. Y
entonces le dije: bueno, entre tú y ser artista, elijo ser artista. Amaury
Pérez. ¡Qué
cosa, no! Rosita
Fornés. Y
ya después sí he tenido muchos enamorados, pero venían con otras miras. Y yo fui una muchacha de la época, en aquella época,
las muchachas solteras, jovencitas, cuidaban mucho la virginidad. Y yo fui una muchacha que me mantuve así hasta los veinte
y pico de años. Amaury
Pérez. ¡Qué
bárbaro! Tú eres una virgen de todas maneras todavía. Rosa ¿tú tienes hermanos? Rosita
Fornés. ¡Sí,
cómo no! Tengo dos hermanos divinos, los quiero y los adoro mucho. Amaury
Pérez. ¿De
padre y madre? Rosita
Fornés. Son
medios hermanos, de Fornés. Amaury
Pérez. Son
los hijos del padrastro. Rosita
Fornés. Yo
le llevo 12 años al mayor y al chiquito le llevo 15. Es mi adoración. El mayor de los dos nació en Madrid, cuando estábamos
allá. Me acuerdo que yo ayudaba a mamá para atender al niño. Yo hasta lo bañaba de chiquito. Cuando llegaba del colegio ayudaba
a mamá con el niño, con mi hermanito y figúrate, creció al lado mío y para mí, es, lo adoro. Es doctor en arquitectura,
es un muchacho bien preparado, un hombre muy bien preparado. Yo le digo muchacho aunque ya no somos muchachos, ni yo ni él. Y
el que vive en España, pues estudió en España, y ahí ha hecho su vida. Él ha venido aquí también alguna vez de visita. Y en
fin, que tengo dos hermanos. Amaury
Pérez. Rosa,
háblame de tu mamá. Porque ella siempre estuvo presente. Rosita
Fornés. Tú
la conociste. Amaury
Pérez. ¡Claro
que la conocí! Cómo no voy a conocer a tu mamá, claro. Rosita
Fornés. Ella
venía mucho conmigo a los trabajos que yo hacía. Amaury
Pérez. A
los programas. Rosita
Fornés.
A todo. Amaury
Pérez. Háblame
de ella, porque yo creo que ella fue tu fuente de inspiración más cercana. Rosita
Fornés. Pues
sí, mi madre fue una mujer extraordinaria. A ella le gustaba todo lo que yo hacía. Le gustaba acompañarme, casi siempre yo
iba acompañada por mamá o por mi tía Rosa. Y mi madre pues para mí significó mucho, mucho en la vida, mucho. La adoré
y me duró bastante, gracias a Dios. Me duró, porque, fíjate, ella murió y al día siguiente cumplía 99 años. Amaury
Pérez. Y
lúcida. Yo recuerdo. Rosita
Fornés. Y
además, bastante lúcida, sí señor, hasta el final. Amaury
Pérez. Rosa,
yo te voy a decir unos cuántos nombres, no tienen un orden. Tú me vas diciendo qué significan en tu vida estas personas. Rosita
Fornés. A
ver… Amaury
Pérez. José
Antonio Alonso. Rosita
Fornés. Fue
el que me presentó por primera vez en la radio. Amaury
Pérez. Antonio
Palacios. Rosita
Fornés. Ah
ese fue mi padre artístico. Antonio Palacios lo recuerdo así, como algo muy grande. Porque él es el que me lleva de la mano
al teatro y al mismo tiempo debuto con Miguel de Grandi, fueron mis dos maestros de ese género. Tuve la oportunidad de
hacer una temporada donde monté un repertorio enorme de zarzuelas y operetas. Porque en aquella época estábamos haciendo una
obra por semana, y al mismo tiempo ensayando la que iba la semana siguiente. Era un trabajo tremendo, pero yo adoraba
el género. Vivía y moría pensando en las zarzuelas y las operetas. Amaury
Pérez. Ahora
voy a Enriqueta Sierra. Rosita
Fornés. Una
gran maestra que tuve. Enriqueta Sierra fue una primerísima actriz cubana y cuando se retira se dedica a enseñar y fue mi
maestra en la actuación. Así que la recuerdo con mucho cariño y mucho amor. Amaury
Pérez. ¿Y
Roberto Garriga? Rosita
Fornés. Un
director con el que hice cosas muy lindas en la Televisión. Además, hacíamos televisión en vivo, nada era grabado. Si querían
grabar la obra, lo hacían cuando la actuábamos. A mí me gustaba ser dirigida por buenos directores y en la Televisión tuve
la suerte de trabajar mucho con él. Amaury
Pérez. Con
Roberto y con Condal en lo musical. Rosita
Fornés. Condal
crea un programa, que con ese debuta él como director, que es cuando nos unimos Armando y yo, Armando Bianchi. Crea el programa
que se llamaba: “Mi
esposo favorito” que tuvo un éxito muy grande. Y figúrate, trabajamos juntos
durante muchos años. Amaury
Pérez. ¿Por
qué tú crees, Rosa, que en el ambiente, por lo menos yo de niño escuchaba eso allí, en los pasillos, todo el mundo decía que
tú eras el amor imposible de Condal? Rosita
Fornés. ¡Ay,
no! ¿Por qué? Además, no mi vida, yo tenía mi marido. Amaury
Pérez. La
gente se enamora muchas veces involuntariamente. Rosita
Fornés. No,
lo que pasaba era que él me admiraba, Amaury
Pérez. Bueno,
admirar de esa manera también es una forma de amar. Rosita
Fornés. Bueno,
sí, pero no de amar, el amor debe llevar a vivir un romance. Eso es una cosa. Y el amar a una persona porque trabajas con
él y te sientes bien, es otra cosa. Amaury
Pérez. Lo
voy a creer también, voy a creer esa explicación. Ahora, quiero que tú me hables como nunca has hablado, de Armando Bianchi. Rosita
Fornés. ¡Ay,
mi Armando! Amaury
Pérez. Porque
es que yo recuerdo mi niñez y veo a Rosita y Bianchi subiendo la escalera de la antigua CMQ. Rosita
Fornés. Sí
señor. Amaury
Pérez. Uno
se quedaba como paralizado, porque era como la pareja ideal. Uno veía a una mujer preciosa y al lado de ella un hombre bello. Rosita
Fornés. Porque
Armando era muy bonito, de verdad. Fue un hombre muy bello. Él empezó a trabajar conmigo en eso de “Mi Esposo favorito”
y nos eligieron a los dos. Fuimos Miss y Mister Televisión, figúrate. Si te digo en el año que fue, mira que ha pasado tiempo,
mi madre. Amaury
Pérez. Olvídate
del año exacto pero tiene que haber sido en los cincuenta y tantos. Rosita
Fornés. 53. Amaury
Pérez. El
año en que yo nací. Rosita
Fornés. Sí,
señor, porque además yo quería mucho a tu mamá, que fue una de las figuras más importantes de la televisión. Amaury
Pérez. Ella
te quería mucho, siempre te respetó mucho. Rosita
Fornés. ¡Ay,
mi vida, cómo no! Amaury
Pérez. ¿Y
Armando, cuéntame de él, cómo se enamoran? Rosita
Fornés. Ya
estaba divorciada de mi primer esposo, con el que tuve a mi hija en México, porque yo viví un montón de años en México también. Amaury
Pérez. Sí
a Chiquitina. Hiciste cine en México. Lo que pasa es que a eso quería dedicarle un capítulo. Rosita
Fornés. Vengo
a Cuba y debuto en la televisión y me hacen debutar con él. Desde que lo vi yo dije: ¿De dónde ha salido esta preciosidad?
Me quedé así. Además, él era muy simpático y muy dicharachero, a todo lo sacaba un chiste, su carácter era muy agradable. Y
bueno, me empezó a llamar la atención y además, pues parece que yo le gusté desde el principio. Amaury
Pérez. ¡Bueno,
a quién no! Rosita
Fornés. Y
él coqueteaba mucho en esa forma. Me recibía y hacía chistes y de todo, porque sabía que me llamaba la atención. Crean un
programa para los dos, como te digo. Amaury
Pérez. Todo
se estaban confabulando. Rosita
Fornés. Todo
se estaban confabulando y ahí surge un romance y fue mi marido durante 28 años. Amaury
Pérez. Hasta
su muerte tonta. Rosita
Fornés. Lo
quise muchísimo, fue el gran amor que tuve de verdad. Y además, porque lo quería, lo admiraba. Lo admiraba por ser buen artista. Amaury
Pérez. ¡Gran
actor! Rosita
Fornés. Formó
parte de mi vida en una etapa muy importante. Amaury
Pérez. Bueno,
Rosa. Hay una etapa en tu vida importantísima en México como actriz de cine. Cuando ponen ciclos de cine en México, en muchísimas
películas mexicanas apareces tú. Rosita
Fornés. Y
mira lo que yo más hice no fue cine precisamente, sino teatro. Mucho, mucho teatro, porque fue una etapa en que allí, en la
capital, funcionaban varios teatros con distintas compañías. Y
en el género que yo debuto allí, es como vedette. Es por lo que me dejaron ya el nombre de vedette para siempre, Yo pregunté:
¿qué es lo que hace una vedette? Y dijeron, pues un poco de lo que tú ya has hecho. En aquel entonces las vedettes salían
con unos payasitos muy lindos y lo único que enseñaban eran las piernas. Porque ahora salen enseñándolo todo. Era la primera
vedette de una compañía que habían formado, con artistas argentinos, mexicanos, porque fue cuando se va Vitola también conmigo. Amaury
Pérez. ¡Ah,
claro “Vitola, la que se defiende sola”! Rosita
Fornés. Que
se quedó allí. “Vitola, la que se defiende sola”. Pobrecita, que ya no, ya falleció. Y entonces, claro al mismo
tiempo ya yo había hecho cine aquí. Había hecho dos películas. Había
hecho también una antes de ir a trabajar a México como vedette. Fui a hacer una película que la hice y regresé, que se llamó
“El deseo”. Yo era muy exigente conmigo misma y la vine a ver al cabo de los años de haberla hecho, porque yo
me veía en los roches, que les llaman, y no me gustaba, ¡mira que yo era boba, no estoy tan mal! Pero es que yo he sido muy
exigente conmigo misma. Y al cine, no le di la importancia que tenía que haberle dado. Porque a veces me ofrecían papeles,
pero tenía una obra de teatro y decía: ¡no, estoy muy ocupada, no puedo! De esas decisiones que toma uno en su vida que después
uno dice: ¡bueno, podía haber hecho un alto en lo que estaba haciendo y haber hecho más películas! Pero no, no le di importancia.
Así que mi carrera cinematográfica para mí, no es nada muy importante. Amaury
Pérez. ¿Y
en esas decisiones que tuviste que tomar en esa época en México, por qué no le aceptaste el compromiso a Cantinflas? Rosita
Fornés. ¡Ah,
bueno, espérate! Amaury
Pérez. Porque
él estuvo detrás de ti… Rosita
Fornés. ¡Ay,
Dios mío! Amaury
Pérez. Cantinflorneó.
¿Por qué no le hiciste caso? Rosita
Fornés. ¡Muchacho,
acuérdate que mi vida es muy larga! Amaury
Pérez. Yo
sé. Todas estas cosas yo las sé, cuéntaselas al público. Rosita
Fornés. No,
yo creo que ya yo he hablado de eso. Amaury
Pérez. Entonces
cuéntaselo otra vez. Entonces cuéntamelo a mí. Rosita
Fornés. Cantinflas
es el que hace que yo vaya a México por primera vez, que fue cuando hice la película. Él es el que hace eso, porque él vino
a Cuba y me ponen a mí a trabajar en el espectáculo que le montan a él. Entonces empiezo yo a hacer unos sketchs, unas
cosas que hacía y cantaba también unos números dentro del espectáculo. Y él se fija en mí, y bueno, habla con mi familia,
con mi padre y esa cosa, porque yo, figúrate… Y
entonces bueno, habló, convenció a papá y me acompañaron, por supuesto, a México, yo no fui sola. Hago la película, él quería
que yo continuara allí, pero eso suponía que me tenía que quedar en México y como papá no se podía quedar ni mi madre tampoco;
porque además, había que atender a mis hermanitos que estaban pequeños, y el caso es que volví para Cuba. Amaury
Pérez. ¿Tú
ya estabas casada con Medel? Rosita
Fornés. Estando
allá empiezo a trabajar con Medel también, y es cuando surge un romance, él me enamora y me caso con Medel. Amaury
Pérez. Te
gustó Medel y no Cantinflas. Y Medel era la competencia de Cantinflas. Rosita
Fornés. No,
porque además Cantinflas estaba casado. Amaury
Pérez. Ah,
bueno, no, la propuesta entonces era aún más indecorosa. Rosita
Fornés. Sí,
sí, además Cantinflas estaba casado y no podía ofrecerme ¿me entiendes? Amaury
Pérez. ¿Qué
va a ofrecer? Ya estaba ofreciendo. Rosita
Fornés. Claro.
Él fue desde luego un gran amigo, una gente que aprecié mucho. Amaury
Pérez. Hasta
ahí. Rosita
Fornés. Hasta
ahí, nada más y él me demostró también mucho afecto, cariño, admiración, de todo. Amaury
Pérez. Ahora,
hay un momento en tu vida del que yo vivo absolutamente orgulloso y fascinado. Porque triunfa la Revolución, Rosita tiene
su programa. Era un momento donde la gente empieza a descuidar de alguna manera, en aras de otras cosas, sus vestuarios y
todo y, Rosita se mantiene fiel y firme a su manera de cantar, a su repertorio, a su vestuario, a su tipo de programa, a su
maquillaje y su pelo impecable. En aquellos momentos creo que se creó cierto nivel de incomprensión con respecto a eso. Pero
Rosita Fornés parecía ajena, todos aquellos comentarios parecían no importarle nada. A Rosa le importaba, yo soy Rosa Fornés,
me cambio de ropa en todos los programas, más de una vez y además, me peino, me maquillo y soy la misma y voy a seguir siendo
la misma siempre. Rosita
Fornés. Pero
no te creas, me costó mucho trabajo. Tuve que luchar un poco porque me llegó a decir una persona, que no quiero decir su nombre,
porque desgraciadamente ya no está, pero me llegó a decir: “es que la imagen tuya no es la imagen que quiere la Revolución
de una artista. Ya tu imagen pasó, eso es de otro sistema. Tú representas esa imagen y ahora queremos otra.” Dije: Bueno,
es que yo visité y después hice giras por todos los países europeos. Amaury
Pérez. Por
todas partes fuiste tú. Rosita
Fornés. Socialistas
¿me entiendes?, y eso que yo hacía existía en esos países. Yo representaba un trabajo que a la gente le gustaba. Vi gente,
artistas que se podían comparar conmigo de otros países, y yo decía: mira, ¿pero por qué en Cuba no va a poder seguir existiendo
este tipo de trabajo que yo hago? Fue una temporada nada más. ¡Ay,
qué rico! Esto es agua. Amaury
Pérez. Si
fuera vodka no te lo recomendaría. Rosita
Fornés. ¡No,
por supuesto! Si tú supieras que a mí no me gusta nada la bebida. Amaury
Pérez. Yo
sé, pero sí te gusta la comida. Ahora vamos a hablar de la comida. Tómate el agua y hablemos de comida. Rosita
Fornés. He
comido de todo, yo nunca he estado a dieta para mantenerme. Porque tuve una, ¿no sé?… No he sido propensa a engordar.
Nunca me puse a dieta, he comido de todo, lo que como cantidades normales, poquita cantidad. Me gustan los potajes, me gusta
la sopa, un buen pescado, un pedazo pequeño porque mi estómago no me pide una cantidad grande, pero disfruto todas las comidas. Amaury
Pérez. ¿Y
te gustan los dulces, Rosa? Rosita
Fornés. Sí
me gustan. Mira, yo no era muy dulcera de joven, a mí me gustaban más las cosas saladas. Me gustaba más el jamón, el salchichón,
el chorizo. Las frutas siempre me han gustado mucho pero a medida que me he ido poniendo mayor, para no decir vieja… Amaury
Pérez. Eso
no lo digas nunca. Rosita
Fornés. Han
empezado a gustarme los dulces. Me encanta un arroz con leche bien hecho, me gusta un flan, me gusta un pastel sabroso. Saboreo
los dulces con gusto. Amaury
Pérez. ¡Qué
bueno!, Rosa, ¿cuándo te redescubre el cine cubano del 59 para acá? Rosita
Fornés. Eso
es cuando yo regreso, que me llaman para hacer una película que yo adoro. Debuto en el teatro haciendo una obra que se llamó
“La permuta” y tuvo un éxito muy grande en teatro. Entonces la quieren llevar al cine, y claro, pues quisieron
que la hiciera yo. Esa es una de las películas que yo recuerdo que más me ha satisfecho de todo lo que yo hice, y en Cuba,
porque, bueno, dentro del cine cubano hice otras cosas… He
trabajado en otras películas, Papeles secundarios, que fue una película muy buena, buenísima película. Pero yo no me gusto. Amaury
Pérez. Te
ves en las películas y no te gustas. Rosita
Fornés. En
el cine cubano hubo un tiempo donde hicieron bastantes películas, pero me ignoraban a mí para el cine, no me llamaban. Y yo
nunca he pedido trabajo en ninguna parte. Estoy acostumbrada a que me busquen, si no me buscan no voy a ofrecerme. Amaury
Pérez. Rosita,
cada vez que pienso en “Se permuta” hay una escena que para mí será inolvidable. Es cuando tú vas a la casa de
Silvia Plana a exponerle a la señora que tú tienes la permuta, que se vaya ella… Rosita
Fornés. Para
Matanzas. Amaury
Pérez. Para
Matanzas. Ese es un momento. ¿Qué significó para ti trabajar con Silvia? Rosita
Fornés. ¡Ay,
chico, Silvia, era una gente encantadora, por Dios! Pues de verdad recuerdo esa escena, muy bonita. Porque en el teatro no
la hice con ella, en el teatro la hacía con otra actriz que estuvo muy bien también. Cuando yo le decía: Matanzas. Me
decía: ¡¡¡¿Matanzas?!!!, como diciendo, ¡oye! ¿Yo qué voy a hacer en Matanzas? Pero Silvia Plana fue una experiencia, ya te
digo, porque ella fue una actriz que dejó cosas muy bonitas. Hizo cosas muy buenas, de mucha calidad. Al igual que su hija
Raquel (Revuelta), que empezó conmigo en la Corte Suprema del Arte. Amaury
Pérez.
¿Ah, sí? Rosita
Fornés. ¡Sí
señor! Éramos muy amigas y tuvimos la misma maestra, Enriqueta Sierra, yo la admiraba y la quería mucho y, fue una compañera
y una amiga muy buena, entrañable. Amaury
Pérez. Tú
siempre has sido muy buena compañera y muy buena amiga, y la gente, toda la gente del gremio, por lo menos yo, nunca escuché
a nadie hablar mal de Rosita. Rosita
Fornés. Mi
vida, porque yo he admirado todo lo que ha surgido en nuestro país en el arte. Y yo no me sé la palabra esa: celos, o envidia,
para mí no existen. Tu mamá llegó a tener una popularidad aquí, enorme y además era buenísima, porque además fue una
actriz que lo sacrificó todo por estar nada más que animando. Ella demostró que era una gran actriz, o sea, era una artista
completa. La admiré toda la vida. Amaury
Pérez. Y
ella a ti. Rosita
Fornés. Ella
conmigo fue muy cariñosa siempre. Siempre he disfrutado el éxito que han tenido mis compañeros. Me ha salido espontáneo y
estoy feliz de que me haya salido así. Incluso cuando yo hacía una obra, quería que todo el mundo estuviera formidablemente
bien, todo el reparto, no solamente yo. Me esforzaba porque mi personaje saliera bien. Pero qué bueno que también el que tenía
un diálogo conmigo y el que tenía una escena importante, estuviera muy bien, a la máxima altura. Porque después si me
elogiaban a mí, me elogiaban dentro de un cuadro de artistas que habían estado espléndidamente bien. El elogio tenía más calidad. Amaury
Pérez. A
ver, Rosa, en tu mesita de noche, adónde quiera que tú viajas, incluso, hay unas imágenes de unos santos ¿cuáles son? Rosita
Fornés. En
mi mesita de noche no, en mi cuarto, tengo una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, tengo también otra de Santa Bárbara,
tengo del Sagrado Corazón de Jesús, de la Virgen de Fátima. Tengo del Santo Niño Jesús de Praga. Imágenes muy lindas que me
han regalado a través del tiempo y las tengo en mi cuarto. Amaury
Pérez. Sí,
pero tú, cuando te vas de viaje no te puedes llevar tu cuarto… Rosita
Fornés. No,
no, claro que no. Pero tengo también las estampas de todos ellos y cuando viajo, viajo con las estampas de ellos. Amaury
Pérez. ¿Tú
eres muy religiosa, Rosa? Rosita
Fornés. Soy
creyente, soy muy creyente, muy religiosa, de verdad. Mira, yo no estoy yendo a misa los domingos a lo mejor, pero sí rezo
y pido y pido para todo el que me hace bien, a todo el que quiero, que me quiere. Rezo todos los días y pido, pido por supuesto
tener salud, que salud es lo único que me hace falta, porque lo demás lo hace uno. Salud es lo que pido, y pido para
todo el mundo, para todos los que me quieren y para todos los que están a mí alrededor. Amaury
Pérez. ¿Y
cómo sale Rosita de todas las lesiones, porque tú has tenido lesiones por tu mismo trabajo?, por bailar todo el tiempo, y
por poner el pie aquí arriba… Rosita
Fornés. Sí,
horrores. Bueno, yo he hecho horrores con mi esqueleto. Amaury
Pérez. Sin
embargo, tú sales de todo eso como fortalecida, es una cosa como muy rara, ¿no? Rosita
Fornés. Como
yo cultivé tantos géneros y no decía que no a nada que me ofrecían. Me decían: ¡Mira, vamos a hacer una obra que hay un personaje
así! Yo decía que sí y después decía para mí: ¿Ay, lo podré hacer? Llegué
hasta bailar el baile acrobático. Pero no hice lo que hacen los bailarines así como los deportistas, que cuando van a hacer
una presentación hacen un calentamiento del cuerpo. Yo salía sin calentamiento ninguno, salía a hacer la obra, la cantaba,
la hablaba y al momento que tenía que bailar, pues mira, bailaba y levantaba la pierna hasta aquí arriba. ¿Y qué pasó?
Pues que me propicié una desviacioncita en mi columna. Y esa desviacioncita, es la que me produjo el problema en la cadera.
Al dañárseme la cadera tuve que acabar operándome de una y ahora me tengo que operar de la otra, pero ahí seguimos. Amaury
Pérez. ¡Tienes
que seguir! En nombre de la cantidad de personas que te aman. Ahora, hay un detalle en la vida de Rosita que yo quiero
tocar, porque es poco conocido, pero yo sí lo sé. Rosita
Fornés. ¿El
qué? Amaury
Pérez. Es
esa labor piadosa que tú has tenido toda tu vida, por ejemplo, con el leprosorio de San Lázaro. Rosita
Fornés. ¡Ay,
sí! Amaury
Pérez. Esa
relación. La gente no sabe que desde hace muchos años tú contribuyes con tu arte, con dinero, con tu trabajo y lo has hecho
siempre discretamente. No sé si otras veces lo has dicho en televisión, pero creo que la gente no sabe. Rosita
Fornés. Estuve
yendo mucho tiempo pero desgraciadamente hace ya hace como dos años que no puedo ir para allá, porque no hay transporte. Les
llevaba espectáculos al teatro que tienen ellos. He ayudado en todo lo que he podido. Y
lo hacía varias veces en el año porque nunca hubo nadie que me dijera que no, todos me decían que sí. Y eso fue una cosa que
me surgió así, porque me llevaron a mí una vez y vi lo que ellos disfrutaban ante un espectáculo. Estuve mucho tiempo
haciéndolo, bueno, al extremo que ellos me nombraron madrina. En estos días, he estado pensando a ver si hablo, para ver si
se puede organizar una ida más allá. Amaury
Pérez. No
sé, por lo menos podemos hacer un dúo. Vamos juntos, tú y yo. Rosita
Fornés. ¡Seguro,
divino, divino! Amaury
Pérez. Bueno,
Rosa, mi pregunta final. Tú eres norteamericana, eres de alguna manera también española, eres de alguna forma mexicana y,
por supuesto, eres cubana. Rosita
Fornés. Sí. Amaury
Pérez. Cuando
Rosita se acuesta por la noche y se levanta, ¿de qué país es? Rosita
Fornés. Te
voy a decir una cosa. Yo he recorrido casi el mundo entero, al menos una gran parte y siempre voy como artista cubana. No
voy como artista americana ni hago alarde de nada de eso. Voy como una artista cubana y así me conocen en todos los países
que he visitado. Amaury
Pérez. Y
es que has vivido en todas partes. Rosita
Fornés. Claro,
he vivido además en todas partes. Viví en México y la declaré mi segunda patria porque México me dio mucho, muchas cosas artísticamente.
Me nombró la primera vedette de México. Era la primera vez que hacían eso. Después me nombraron la primera de América, eso
se lo debo a los mexicanos. Y vaya, estoy agradecida a todos esos lugares y puedo decir que sí, que he pertenecido a
unos y a otros, pero soy artista cubana, aunque no haya nacido en Cuba. Porque aquí fue donde me crié y aquí fue donde me
formé. Amaury
Pérez. ¿Y
tu público cubano que está en todas partes del mundo? Rosita
Fornés. Los
cubanos que están en todas partes. Dondequiera que voy y hay cubanos, van a verme. Dondequiera. Amaury
Pérez. No
solo Rosita de Cuba, sino Cuba de Rosita… Te quiero mucho, yo te adoro, desde niño. Rosita
Fornés. Y
yo también a ti, mi cielo. Te acuerdas cuanto tu madre me decía: “Tú sabes que estoy celosa de ti porque mi hijo te
quiere más a ti que a mí. No hace más que hablar de Rosita.” Amaury
Pérez. Me
siento muy orgulloso de ti, me siento orgulloso de haber sido de alguna manera parte de tu familia, y le doy gracias a Dios
de que hayas accedido a estar conmigo hoy. Es un honor para mí y un privilegio que guardaré siempre. Rosita
Fornés.
Muchas gracias, mi vida, yo me siento muy agradecida por tu invitación. Amaury
Pérez. Te
quiero mucho, Rosa. Rosita Fornés. Gracias. |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
||||
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
![]() |
||||
![]() |
||||
![]() |
||||